Lo que más gustaba a Libertad era andar los cinco pies que la distanciaban de Intrika, un pequeño jardín que absorbía gran parte de su tiempo. Una vez allí, buscaba un sitio cómodo frente a una esperanza y podía quedarse horas maravillada por los efectos que le aportaba esta flor.
Para quien no la conozca, la esperanza posee un finísimo tallo dando la sensación de que su cáliz levita por encima del suelo. Libertad siempre se preguntaba como era capaz de soportar tanto peso. La esperanza, posee unos hilos a modo de zarcillos que se mueven en círculo y que mayor son en número cuanto menor es el tamaño de esta, ella sabía que se transformaban en pétalos, pero nunca pudo asegurar sus sospechas. ¿Sería instantánea esta metamorfosis?.
Como dato más significativo, la envuelve una nube de polen que transmite a Libertad la sensación de que su energía nunca desaparecerá.
La esperanza adquiere todos los tonos que la rodean, y a los ojos de libertad, son como un banco de coloridos peces zig-zageando bajo el agua. Para ella sentarse a contemplar una esperanza es como si no pasase el tiempo