LA REPRESENTATIVIDAD QUE NO NOS REPRESENTA

Mi intención es lanzaros una piedra, desde estas líneas. Sí, a vosotros, todos esos representantes que su voluntad vendieron, a los que nos robaron, a los que aún seguís creyendo que estáis ahí por que os eligieron, que representáis la voluntad de vuestros representados, y os llenáis la boca con  malditas mentiras del estilo hemos sido elegidos en unas urnas «democráticas». Sí, las de una falsa democracia con la que nos engañáis, como a una manada de borregos a la que marcáis un camino que no es el suyo. A la que decís proteger con unos cuerpos represivos que no son los suyos.

Vosotros, sí. Los que mandáis golpear al pueblo, los que nos golpeáis, estranguláis y nos sumís en una extrema pobreza, privatizando los beneficios y nacionalizando las pérdidas, los gastos,…. De todos esos hospitales que cada vez están más lejos nuestro. ¡Escoria!, habéis violado el derecho a una sanidad pública, de todos vuestros representados. La educación cada vez es más elitista y la pública la dejáis en bragas. Habéis desnudado su moral, su enseñanza, hasta sumirla en el frío.

Vosotros representantes de los poderosos. Pues el pueblo, me atrevería a decir que jamás fue escuchado. Manipulado sí, engañado también. Sólo por el hecho de nombrarse dueño de su destino.

Pero no os tenemos miedo y cualquier día destruiremos vuestra forma de vida.

La representatividad, esa delegación de cobardes, pillos y ladrones, y aquellos que aún no vieron, el mal que hacen al pueblo.

En las urnas «democráticas». Un voto es un voto, y vale igual el del banquero que el de un obrero, pero en el juego del poder, un representante es su voz con la aprobación de casi todos. De ahí este sistema, que nos aleja del sentimiento del pueblo. Cedemos nuestro futuro a unas personas fácilmente manipulables; con dinero, amenazas o privilegios, que son la muerte de todo aquello que creímos nuestro. Todo se vuelve oscuro, para que no veamos el suelo que pisan, para que no veamos nuestro abismo, en el que caeremos sin reparos. De esa forma quieren seguir dominándonos. Haciendo de la política, un elitista juego, en el que a nosotros, sólo nos queda, dar consentimiento a la barbarie.

Y ahora se quejan de los scraches. Vosotros, que nos golpeasteis por llamar a la voz del pueblo. Y no permitís que os reclamen, esa parte de su voto.

Al menos parece que la juventud despierta, que aquellos que en tantos años no movieron ni un dedo, cada vez aprietan más sus puños contra un sistema que los usó con desprecio.

Por último, quisiera criticar lo que para mi es la lacra de la representatividad. Esa su capacidad para anular la voluntad del representado. Cómodo ante un futuro siempre incierto.

Ella y su fuerza para anular sentimientos de clase. Y así, por desgracia , seguir siendo siempre los mismos; los que cobran el sueldo base, los que pierden su salud en el trabajo. Tanto esfuerzo que no llega ni para una vida digna, y aquello común nos lo arrebatan sin ningún tipo de escrúpulo. Pues con ella ya perdimos nuestra voz y nuestros sueños

REFLEXIÓN MUNDO LABORAL

Ya hace tiempo que el trabajo dejó de ser algo que me ilusionara, por su fuerza para anular mi vida, su carácter jerárquico y competitivo,… de ahí que intentará alejarme de alguno de sus pasos en la medida de lo posible y el entorno siempre influye, pero con un poco de suerte tenemos esa bota que nos acopla, tal gorra en un día soleado. Si no siempre nos quedan comunas o chupar del bote, como hacen muchos de capital saciados, o seguir levantándonos con ese ring, que intentaré lanzar contra la pared como mejor pueda.

La competitividad me separa completamente de los demás, es más me hace sentirme incomodo al lado de cualquiera, por lo que desearía pasear sólo. Sin embargo la colaboración, me hace verte como igual, siempre que esta sea reciproca, desarrolla mi empatía y me da ganas de hacer las cosas bien, pues me siento entre otras cosas, partícipe.

Cuando hago algo que necesito, lo hago sin sentirme tan obligado, puesto que su beneficio repercute en mi persona y posiblemente no lo deje para mañana. Además lo hago siendo consciente de su utilidad. Pero cuando veo que el fruto de mi trabajo, no recae sobre mi persona y aumenta unas diferencias que nunca me gustaron, además de crecer mi sentimiento de obligación, siento que he perdido el camino.

Cuando entro en la especialización, todo se torna monótono, aun en los trabajos creativos, acaban siendo trabajos en una misma dirección, y mi mente no consigue evaporar su sudor. Por no hablar de que pierdo el sentido de lo que estoy haciendo y no se para que es ese tornillo que pongo noche y día. Sin embargo cuando tengo la sensación tanto de aprender, como la de variar mi día a día, me siento más realizado y hace que este sea un paso nuevo, con su frescura y aroma. Además de aumentar mi autonomía, autogestión y unión al mismo tiempo.

Cuando me siento controlado, me pongo nervioso, mi vista se ciega. Y además la situación anula cualquier posibilidad de sentirme a gusto. Sin embargo cuando siento que me ayudas en un beneficio común, te siento más cerca.

P.D. Imagino que todos habreís trabajado de forma altruista, distendida y habeís visto que vuestro esfuerzo sacaba sus frutos, o no, pero fue un esfuerzo que no sepulto tu día. Esta es una reflexión que aconsejo busqueís dentro de vosotros, y de la forma que podaís, aquel que quiera intente acercarse +/- a su forma de funcionar o pensar, pues atados estamos, atados y bien atados, pero se olvidaron que seguiremos buscando la forma de deshacer los nudos, siempre que estos impidan nuestros movimientos

Rodando en Vuestro Pipican

La belleza de la vida se encuentre repleta de orín, su desnudez pasa, entre otras cosas por soportar toda clase de mierda.

Decidimos amojonar nuestras vidas con las fronteras. O en los minipipicanes, sus pasos quedaron repletos de vallas.
Ahora aquí metido, lo razonable se encuentra inalcanzable. La justicia pasó por dar vueltas en espacios cortos y cercanos, fue la única vía que nos dejaron, nos separamos de ese aroma a unión de nuestros pasos, acotamos la solidaridad e impedimos que esta danzara con su traje de luces, ese que nos abrigue del frío, y nos haga volar al unísono.

Y llegó ese olor, inevitable encuentro de efímeros pasos con los que día a día tropezamos, aunque en el aire guisaban los mejores potajes. Pero de nuevo esas vallas que impiden nuestros movimientos hasta en los pipicanes más pequeños.

Nuevo giro sobre nosotros mismos.

Recorro tu suelo de lado a lado, y siento no poder soltar las muletas que impiden mi carrera. Pues su caída no haría otra cosa que golpearme de nuevo.
Los cauces surcan la tierra mojada bajo mis pies, pero la acidez de unas conciencias que sólo pensaron en llegar un poco más alto, dejó expresiones de tierras aniquiladas, explotadas y hasta faltas de recursos. Esa fue la globalización de sus corrientes. Ese fue el llanto eterno que no dejó ni gota.

Sácame de aquí, grito ese animalito cuando sus días se podían contar en segundos, lentos pasos entre la vida y la muerte.

Y de nuevo girando sobre nosotros mismos, acotados por la escuela de una vida. Repleta de orín.